Poem by Juana de Ibarbarou, 1894-1979, Uruguay.
La estatua
Soy campana rota,
Nardo sin olor,
Fuente que ha perdido
Su vivo rumor.
Sólo espinas largas
Mis rosales dan,
Soy de un trigo negro
Que hace amargo el pan.
¿Para qué me quieres
Si no tengo aromas?
¿Para qué me quieres
Si sequé mis pomas?
El estambre de oro
Que mi vida dió,
En un polvo oscuro
Ya se diluyó.
Anda, di a la Muerte
Que aguardando estoy.
Anda, di a la Muerte
Que de bronce soy.
Que ya mis pupiles
No saben llorar,
Y que labios mios
No pueden besar.
Anda, que el rey Midas
Pasó por aquí,
Y en estatua de oro
Transformada fui.
Vete, no murmure
Más esa palabra
Que en mi encanto puede
Ser de abracadabra.
No me digas nada,
No te quejes más.
Si la estatua siente,
Te arrepentirás.
The statue
I’m a broken bell,
lily without scent,
fountain that has lost
its lively murmur.
My rosebushes grow
only long thorns.
I’m black wheat
that makes bitter bread.
Why would you want me
if I don’t have scent or savor?
Why would you want me
if my apples are withered?
The golden pollen
that gave me life
has been diluted
with dark dust.
Go on, let Death know
that I’m expecting her.
Go on, let Death know
that I’m made of bronze.
That my eyes
don’t know how to cry,
and that my lips
can’t kiss.
Go on. King Midas
passed by here,
and I was transformed
into a statue of gold.
Go! Don’t whisper
that word again,
that abracadabra
to break my enchantment.
Don’t say a word,
don’t hang around here.
If the statue comes to life,
you’ll be sorry.