La Risa
by Jesusa Laparra (1820-1887)
Hay una risa sin nombre,
sólo de Dios comprendida
risa sin placer ni vida,
risa de negro dolor;
funeraria, envenenada,
más dolorosa que el llanto,
porque es engañoso manto
donde se oculta el dolor.
Risa que, al salir del labio,
para animar el semblante,
deja una huella punzante
de amargura y sinsabor.
Infeliz desventurado,
es aquel que así se ría,
que esa risa es de agonía,
es de muerte, es de pavor.
Como el esfuerzo supremo
que estremece al moribundo,
al desprenderse del mundo
para nunca más tornar:
dilatada la pupila,
ríe con indiferencia,
despreciando la existencia
que por siempre va a dejar.
Así es la risa funesta
de un corazón desdichado
por un dolor desgarrado
que no se puede arrancar.
Lleva la muerte consigo,
y ríe sin esperanza,
porque nada, nada alcanza
su martirio a disipar.
The laugh
There’s a laugh that can’t be named,
that only God understands;
a laugh without life or joy,
a laugh of black sorrow;
funerary, dripping venom,
more painful than a lament,
because it’s a cloak of deceit
to hide pain and grief.
Laugh that, as it leaves your lips
to liven your face,
leaves a heartrending trail
of bitterness and discontent.
Unlucky devil,
that’s why you laugh;
it’s a laugh of agony,
of death, of terror.
Like the last throes
that shake the dying
when they give up this world
never to return;
eyes open and staring,
you laugh with indifference,
despising an existence
you’re leaving forever.
That’s how it is: the fatal laugh
of a heart undone
by clawing pain
that can’t be rooted out.
You endure your own death,
and you laugh without hope,
because nothing–nothing could match
or dispel your martyrdom.